Acostada en la hierba
verde lecho me acuna acogedor,
bajo este árbol que presta
cobijo, abrazo, arrullo al ruiseñor;
perfumada de malvas
con profundo embeleso
contemplo la intensa delicadeza,
contraste cegador
de original belleza,
fractal arquitectura
cromática perfecta,
de la Inteligente Naturaleza.
Descansa mi mente al viento y regresa
a los mirlos, a la paz y a la Tierra.
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