sábado, 4 de octubre de 2014

No creas,Mar,amor mío

No creas,Mar,
que por que no te mento
no te pienso;
por que no te veo
no te sueño,
por que no te oigo,
no te siento.
Que por que viva de ti lejos
no te lleve conmigo dentro.
Que callo por no gritar
por no despertar mi anhelo.

Tu azul perdura
en la cuenca
de mis ojos,
tu sabor
en mi garganta,
tu clamor
en mis oídos,
tu inmensidad
en mi alma.
Los caminos
diamantinos
que la Luna,
en la Noche
te regala,
y que meces
amoroso
mientras
cantas
una nana.
El resplandor
poderoso
del Sol
de la Mañana,
que brota
cegador
recién nacido
en tus entrañas.

Mis pies peregrinos
se deshacen
en arena
de tus playas.
Embrujo de olas niñas
que atraen
como abrazos,
los reclaman.
Lamidos
ingresan.
Desbocados
me arrastran.
Entregada
sin remedio,
desnuda
y blanca,
regreso inerte
a tu Seno
que me acuna
y traga.

Me roban tus caricias
mi piel endurecida
y me devuelves
limpia y ungida
de nuevo viva
a tu orilla.

Soy tu anfibio enamorado
tu sirena liberada,
hija tuya perdularia
que se escapa
tierra adentro
del cemento
a la montaña,
para volver a tu lado
siempre tuya,
inundada
de nostalgia.