lunes, 9 de abril de 2012

Impresión


Absorbo con los ojos
el horizonte 
lapislázuli
con la avidez 
de un sediento.
Aspiro hasta el infinito
el salitre y el viento.
Grabo el rumor 
del oleaje,
del estallido salvaje
del sol y de la arena.
Me introduzco el paisaje
en el cuerpo
a través de sentidos 
y poros, 
como el que guarda 
doblado 
un pañuelo
en el bolsillo
del pecho.

Aprendiz de poeta

Por que cada vez
que respiro
me brota una flor.
Por que cada vez
que miro
atrapo un Edén.
Por que  se ensañaron
conmigo,
Lorca, Neruda,
Juan Ramón,
Shakespeare
y Bodelaire.
Por que mi ser
se me escapa,
como el agua
en una cesta,
y no me puedo
retener.
Para que sirva
de algo,
tanta agua,
yo quiero
aprender.

En la noche cordobesa


En la noche cordobesa
el resplandor circular de la luna
se cuela indiscreto
entre las ramas
de los árboles.
se recorta su silueta
luminosa
contra el azul
profundo de la noche
cuajada de flores
y fuentes.
Embrujo de duendes
y aromas
que atizan
los corazones
de enamorados
y poetas

Sigilo


¡No te muevas!
¡Las buganvillas
han invadido
tu espejo retrovisor!
Lo han tomado al asalto
en revuelta 
silenciosa.
Se agolpan en racimos
y se empujan 
las unas a las otras
tratando de asomarse 
a espiarte 
curiosas.
Sin que tu lo sepas,
hace tiempo 
que te asedian.
Cuando llegas con tu coche,
trepan sigilosas
por las ventanillas
a mirarte.
Cuando marchas,
se estiran 
y alargan 
todo lo que pueden
hasta la curva del camino 
cuando giras el volante.
Entonces caen rendidas
se desprenden del reflejo
resbalan y deciden
liberarte.
Hoy , las hemos sorprendido.
Las hemos pillado
con las ramas 
en la masa.
In fraganti.
Y , ¡míralas, las descaradas!
Se quedan quietas,
inmóviles,
como si no pasara nada.

Madre Vida

Madre Vida,
se que lloras.
Madre Agua,
se que callas.
Madre Tierra
se que sangras
mil heridas
de metralla.
Padre Fuego,
se que ardes.
Padre Viento,
se que clamas.
Padre Astro
me iluminas
las tinieblas,
nunca faltas
Madre Vida
de ti emerjo.
Madre agua,
tu me sacias,
Madre Tierra
a ti vuelvo
en semillas
de esperanza.
Madre Vida
Madre Agua
Madre Tierra
Madre Sabia;
de tu llanto,
tu silencio
de tu sangre
de tu alma,
nacen, brotan
Hombres Nuevos
que iluminan
con su fuego
como soles
el mañana,
y germinan
con el Viento
Primaveras
oleadas,
de alegría
y esperanza

Reencuentro

Piso de nuevo tus calles.
Me doy cuenta
de que he envejecido.
Ahora camino
sobre el presente
y floto, por fin, 
sobre el recuerdo.
Hoy me devuelves lo que te di.
Hoy me reencuentro.